Hay conceptos que últimamente suenan mucho en redes sociales y quizás no nos hemos parado del todo a ver qué significan. Con la situación tan dura de salud que estamos viviendo, el confinamiento y las pérdidas económicas (tanto en la hostelería como en la mayoría de sectores), nos viene bien tener presente uno de esos conceptos: la resiliencia.
”“El roble luchó contra el viento y se rompió, el sauce se dobló cuando debió y sobrevivió”.
Robert Jordan
La vida está llena de adversidades, y en este momento nos ha tocado vivir una situación «de película«. Jamás nadie (salvo algunos científicos especializados) se habría podido imaginar que protagonizáramos esta especie de «serie de ciencia ficción» en la que nos encontramos. Ante esta situación, así como en un sin fin de momentos o épocas en las que se presentan muros delante de nuestra prosperidad, podemos quedarnos petrificados, adoptar un papel de víctima y sufrir continuamente. O también podemos parar, aceptar, sentir, comprender, ser creativos y enfocarnos en una nueva manera de salir adelante, más fuertes y flexibles.
La resiliencia es la capacidad de sobreponerse a las adversidades de la vida, transformando el dolor en motivación para crecer y salir fortalecid@s de las situaciones difíciles, desarrollando nuevos recursos o formas creativas de proyectarnos hacia el futuro.
Por poner un ejemplo, hace poco leíamos artículos de grandes cadenas de buenos restaurantes. El palo a la hostelería está siendo descomunal en este momento. Pues bien, equipos creativos ya están pensando cómo sobreponerse a la adversidad, como por ejemplo sirviendo comida para llevar (takeaway), llevar comida al domicilio de los clientes (delivery) o llevar incluso al mismísimo cocinero a los domicilios.
En cada caso, las soluciones pueden ser muy variadas, incluso desconocidas hasta ahora. El caso es desarrollar nuestra capacidad de resiliencia.

Lo que intentamos con este artículo es, si aún no te has enfocado en una posición de resiliencia (ójala que sí), mandar un punto de luz entre la tiniebla en el que sintamos el dolor (sin oposición), nos sequemos las lágrimas y seamos creativos en un nuevo paradigma que no sabemos cuánto va a durar. Cada uno en lo suyo, en su sector, en su trabajo.
Éstas son algunas claves que hemos recopilado con la intención de que quizás puedan ser útiles para, al menos, una persona.
- Realizar prácticas de meditación.
En esas prácticas podemos desactivar nuestro «piloto automático», esa forma de vivir como «pollos sin cabeza», constantemente preocupados y yendo a toda velocidad. Son una oportunidad de aprender a escuchamos, a no tener prejuicios y no luchar con los pensamientos. Todo esto es clave para tener una mente sana, flexible y creativa. Nunca es excusa decir que no se tiene tiempo para ello, ya que es una inversión: una «pérdida» de 20 minutos al día meditando, puede significar mucho tiempo ganado en cuanto a productividad después.
- Ver a la adversidad como una oportunidad.
Siempre se dice que dentro de las amenazas existen grandes oportunidades. Nada más lejos de la realidad. Surgen nuevas necesidades y por lo tanto nuevos caminos para satisfacer esas demandas.
- Aceptar las emociones sin oposición.
Si ante una situación difícil nos mantenemos en una actitud de negación hacia lo que pasa, estaremos contínuamente en una «lucha», y en la lucha no hay paz. Aceptar la realidad sin «añadidos» por nuestra parte y sin oposición, hará que el dolor pueda tener su lugar y después nos sintamos mejor para poder sobreponernos y proyectarnos creativamente hacia la prosperidad.
- Ningún mal es para siempre.
Puede sonar como tópico, pero todo llega y todo pasa. Depende de nuestra actitud que ese camino pueda ser más o menos largo.
Esperamos que estas pinceladas acerca de la resiliencia os puedan servir, a nosotras es un concepto que estos días está rondando nuestras cabezas. No sabemos cuánto tiempo va a demorarse esta situación de alarma en España, pero de una manera o de otra, gracias a la resiliencia, intentaremos que disfrutéis de nuestras inconfundibles tartas, de comida saludable, tés ecológicos o ríquisimos entrepanes.
Un abrazo saludable.