El consumo de té es altamente benéfico para la salud por contener propiedades antioxidantes, anti-inflamatorias, neuroprotectoras, calmantes… ¡Descubre con nosotros los principales tipos de tés según el grado de fermentación y las propiedades de cada uno!
Té blanco
Se trata de brotes nuevos de la planta del té Camelia sinensis que se recogen al comienzo de la primavera (a mano y cuidadosamente), seleccionando los brotes de mayor calidad. Destaca por la naturalidad y sencillez en el proceso de elaborarlo y son los menos procesados de todas las familias de tés: básicamente su elaboración consiste en su recolección y secado. Su sabor es delicado y sutil, mmm….
Entre sus propiedades encontramos:
- Alto poder en antioxidantes.
- Protección frente a enfermedades hepáticas.
- Mejora la salud del hígado.
- Ayuda para bajar peso.
- Reducción del riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
- Cuidado de la piel y del cabello.
- Ayuda al aumento de la producción de serotonina y dopamina.
- Combate contra el envejecimiento.
- Disminución de los niveles de colesterol en sangre.
- Protección de las caries.
- Prevención de infecciones mejorando las defensas.
Té verde
El té verde es un té que apenas se ha oxidado, ya que se realiza un calentamiento después de cosechar, de forma que se neutralizan los enzimas responsables de la oxidación. Contiene más cafeina que el té blanco (una taza contiene 25-30 mg de cafeína y la del té blanco unos 15-20 mg). Sus propiedades son:
- Riqueza en minerales.
- Reducción del estrés.
- Aportación de vitaminas A , C y E.
- Alto poder en antioxidantes.
- Reducción de riesgo de tener cáncer.
- Reducción de glucosa en la sangre.
- Hepatoprotección.
- Prevención de enfermedades cardiovasculares.
- Estimulación del sistema inmune.
- Prevención de infecciones y gripes.
- Fortalecimiento de la memoria.
- Combate contra el envejecimiento.
- Prevención de caries.
- Ayuda a adelgazar.
- Protección contra Parkinson y Alzheimer.
- Reducción del riesgo de artritis.
- Alivio de las alergias.
- Fortalecimiento de los huesos.
- Ayuda a bajar el colesterol.
Té negro
Se trata del té verde fermentado, por lo que pierde los antioxidantes pero aparecen las teaflavinas, que ayudan al cuerpo a protegerse de enfermedades, como la diabetes. Debido a la oxidación nos encontramos con sabor de carácter más intenso que un té blanco o un té verde. Además:
- Tiene un alto contenido en teína.
- Reduce el riesgo de ataques cardíacos.
- Mejora la irrigación sanguínea.
- Es muy bueno para el aparato digestivo.
- Es un gran aliado contra la osteoporosis.
- Ayuda a concentrarse.
- Previene la caries.
- Calma el hambre.
- Estimula el sistema inmunológico.
Té rojo
Se elabora a través de un largo proceso de fermentación de hojas de té verde post-fermentadas (de 2 hasta 60 años). Entre sus propiedades encontramos:
- Ayuda a la pérdida de peso (por encima del resto de tés).
- Ayuda a promover la secreción de ácidos gástricos.
- Elimina de toxinas de manera natural.
- Mejora la concentración
- Ayuda contra la depresión
Té azul
También llamado té Oolong, es el té verde semifermentado. Tiene más teína que el verde y menos que el negro. Destaca por las siguientes propiedades:
- Es un antigrasa natural muy efectivo.
- Preventivo contra el cáncer.
- Favorece la función respiratoría.
- Reduce el azúcar en la sangre.
- Reduce la presión arterial.
- Regula el colesterol.
- Poder antioxidante.
- Mejora la digestión.
- Combate los efectos de las bebidas alcohólicas.
¡Esperamos que ahora tengas más información acerca del té! Seguiremos ampliando datos sobre más tipos, así como sobre su historia o cualquier dato curioso acerca de este maravilloso y saludable mundo.
¿Y tú? ¿Sientes las diferencias entre los diferentes tipos de té, como por ejemplo, el grado mayor o menor de teína? ¿Qué puedes aportar con tu experiencia acerca de los beneficios del té?
¡Esperamos vuestros comentarios saludables! 🙂